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Las externalidades medioambientales y su cuantificación
Todos los procesos productivos tienen efectos colaterales tanto en el medio ambiente como en la sociedad, que rara vez son considerados en el precio del producto. Pongamos por ejemplo la producción del asfalto para el firme de las carreteras, que es uno de los productos que estudiamos en el Proyecto REPARA 2.0. Todos los procesos implicados en su producción requieren del consumo de energía, a menudo en grandes cantidades, y liberan al medio diversos contaminantes. Los efectos ambientales de la producción de esta energía, así como los efectos de las descargas de estos contaminantes, ocasionan impactos importantes tanto en la salud humana, los ecosistemas o el agotamiento de los recursos energéticos. Sin embargo, estos efectos, que no recaen directamente sobre el productor del asfalto, no se tienen en cuenta a la hora de determinar el precio del mismo. Son en ese sentido costes externos y determinan que en el mercado se produzca lo que los economistas denominan fallo de mercado.
Todos los esfuerzos en reducir los consumos energéticos de los procesos implicados en la producción del asfalto, mejorar la eficiencia de los mismos, aumentar la tasa de reciclaje y aumentar su vida útil en la carretera, redundaran en una reducción de estos costes externos y nos reportarán lo que se denomina beneficios externos.
En el Proyecto REPARA 2.0 estimamos estos costes externos utilizando para ello la metodología ExternE desarrollada en varios proyectos financiados por la Comisión Europea. Esta metodología se desarrolló inicialmente para evaluar los costes externos de las tecnologías de generación eléctrica, aunque luego se ha ampliado su aplicación a otros sectores económicos como el transporte y la industria (más información en la página de la Metodología ExternE).
Esta metodología utiliza una aproximación bottom-up para evaluar las emisiones adicionales de la actividad estudiada, la dispersión atmosférica de las mismas y las concentraciones alcanzadas de cada contaminante en las zonas afectadas por dicha actividad, los efectos que estas concentraciones tienen en la salud humana, ecosistemas, materiales y cultivos, utilizando para ello funciones exposición-respuesta y finalmente la valoración monetaria de estos efectos. Todo este proceso se denomina ruta de impacto y se muestra en la figura 1.
Figura 1. Metodología de la ruta de impacto usada en ExternE. Fuente
Como resultado de este complejo proceso metodológico podemos obtener unos valores de impacto para cada una de las emisiones contaminantes consideradas en la metodología ExternE. Estos valores dependen de forma muy importante de la localización de las emisiones, puesto que no es lo mismo emitir en zonas densamente pobladas que en zonas muy aisladas. La magnitud de los impactos será mucho mayor en el primer caso. Así, en el proyecto CASES se desarrollaron unos factores de daño expresados en euros/t de contaminante para cada uno de los países europeos, entre ellos España.
El uso de estos factores de daño nos permite dar un valor económico a los impactos ambientales producidos por los procesos implicados en las técnicas de rehabilitación de carreteras estudiadas en el proyecto.
El punto de partida en el proceso de valoración de los costes externos son los inventarios de emisiones que salen de la herramienta de Análisis de Ciclo de Vida desarrollada en el Proyecto REPARA 2.0, dentro del Paquete de Trabajo 4, liderado por Solid Forest. Así, esta herramienta nos da información sobre las toneladas de gases de efecto invernadero, óxidos de azufre, partículas y resto de emisiones que se producen en los procesos analizados. Una vez conocidas estas emisiones aplicamos los factores de daño para cada tipo de emisión y esto nos permite estimar los costes externos asociados a cada uno de los productos implicados.
Esto permitirá a las empresas del sector conocer, no solo los impactos ambientales de sus procesos sino saber cuáles son las repercusiones económicas de los mismos en términos de costes externos.