Integración de la variable ambiental. Análisis de Ciclo de Vida
La degradación de las carreteras es un problema global que no puede analizarse sin tener en cuenta las condiciones medioambientales. Pero también debe considerarse el sentido inverso, y es que el impacto de las carreteras sobre el medio ambiente debe ser analizado y reducido si verdaderamente se quieren proponer soluciones sostenibles.
Por este motivo es importante trabajar en aspectos tan relevante como la reducción del impacto acústico, la minimización del uso de recursos, la reducción de consumos energéticos y la resiliencia frente al cambio climático. Por ejemplo, uno de los impactos ambientales más destacados que el proyecto quiere atajar es el impacto acústico. Para ello, se van a desarrollar materiales con menor generación de ruido, como mínimo 5 dB(A) inferior respecto a una mezcla convencional y a la vez con una duración de vida mayor (principal inconveniente de las mezclas sonoreductoras actuales). También se pretende desarrollar nuevas mezclas recicladas en frío, que reducirán tanto los consumos energéticos durante la producción, como el uso de materiales nuevos. Otro de los objetivos es obtener nuevos pavimentos mejor adaptados al cambio climático, siendo capaces de rebajar la temperatura ambiente, mitigando así el efecto de isla de calor.
Impactos ambientales
Dentro del marco del Paquete de Trabajo 4 del Proyecto REPARA 2.0, se realizará un estudio detallado de cara a evaluar las consecuencias que el proyecto en su conjunto puede tener sobre el medio ambiente, considerando aspectos que pueden parecer lejanos, como la eutrofización acuática o la acidificación. La herramienta principal para este trabajo es el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), en el que se contemplan todos los materiales, técnicas, operaciones, etc. que se llevan a cabo durante la vida de una carretera, desde su desarrollo hasta su abandono o lo que es lo mismo, de la cuna a la tumba.
Este trabajo está en línea con la Recomendación 2013/179 de la Comisión Europea, que busca analizar e informar a consumidores y sociedad en general de los impactos ambientales asociados al desarrollo de un producto o a la actividad de una organización. Se podría decir que la huella ambiental se va a convertir en el nuevo marco de trabajo para el ACV y aunque todavía está en fase piloto, en REPARA 2.0 se va a poner a prueba. Bajo esta metodología se deben estudiar catorce impactos ambientales, entre ellos aspectos como la cantidad de ozono troposférico formado, o la toxicidad de los elementos que intervienen en todo el proceso. A partir de este análisis, uno de los resultados del proyecto va a ser un software específico para el ACV de rehabilitación de carreteras, que incluya también valores predeterminados que permitan realizar de forma ágil un estudio completo de impactos, permitiendo la comparación con otros sistemas.
Software de Análisis de Ciclo de Vida para Carreteras
Como novedad, este software desarrollado por Solid Forest dentro del Paquete de Trabajo 4 con asistencia científica del CIEMAT, quiere incluir por primera vez un módulo de ruido. El ruido es un impacto normalmente no considerado en los estudios de ACV dada la diversidad de variables necesarias para su modelización y su difícil incorporación a un programa informático de fácil manejo.
La incorporación del ACV al trabajo de innovación es fundamental, ya que permite tener una visión holística de los posibles efectos sobre el medio ambiente. Con estos estudios se permite también romper ideas preconcebidas y comparar de forma objetiva varias opciones, como en el caso de los combustibles fósiles y los biocombustibles. También puede evitar situaciones en las que se enfoca el desarrollo de un producto por su menor impacto ambiental en un aspecto y posteriormente se detecta la existencia de otros problemas que no se habían considerado. En suma, un ACV adecuado establecerá la relación entre las entradas y salidas de un producto con respecto a potenciales impactos y servirá para priorizar acciones de mejora.